En el Primer Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval (Santiago, 2-6 de diciembre de 1985) Keith Whinnom, catedrático de la Universidad de Exeter, fue nombrado Miembro de honor de la Asociación; un mérito bien justificado por el prestigio de este hispanomedievalista británico que —lamentablemente— no pudo recibir en persona la distinción, por encontrarse ya gravemente enfermo.
En 1950, al concluir sus estudios en Oxford, Keith Whinnom vino a España, en donde, bajo la supervisión de Dámaso Alonso, comenzó a trabajar en una tesis doctoral sobre la obra literaria de Diego de San Pedro. Sin embargo, por pareceres contrarios entre el director y el doctorando, Keith Whinnom dejó el proyecto, aunque no el material de trabajo, que felizmente vio la luz unos años más tarde.
La trayectoria profesional de Whinnom se inició fuera del Reino unido como docente de lengua española (Hong Kong (1952-1955), lector en el Trinity College de Dublín (1956-1961), catedrático en la Universidad de las Antillas de Jamaica (1961-1967). En 1967 regresa a Inglaterra y ocupa hasta su fallecimiento la cátedra de español de la Universidad de Exeter. Fue presidente de la Association of Hispanist of Great Britain and Ireland. Director de la colección Exeter Hispanic Texts, inspiró y animó iniciativas editoriales así como publicaciones periódicas, en las que colaboró como miembro de los respectivos comités científicos.
Como homenaje y recuerdo de sus colegas destacan dos publicaciones: el tributo de un conjunto de medievalistas (The Age of the Catholic Monarchs (1474-1516), eds. Alan Deyermond y Ian Macpherson, Liverpool, 1989) y una selección de trabajos del propio Whinnom recogidos por la iniciativa de Alan Deyermond, W. F. Hunter y Joseph T. Snow (Medieval and Renaissance Spanish Literature. Selected Essays by Keith Whinnom, Universiy of Exeter Press with the Journal of Hispanic Philology, 1994). En oficio de entrañable albacea, Alan Deyermond ha dado a conocer algunos trabajos inacabados de Whinnom que hoy figuran en libros de conjunto y revistas.
La temprana muerte —a los 58 años— impidió a Keith Whinnom progresar en su experta y reconocida especialización en el medievalismo hispánico, singularmente en el período finisecular del XV y los primeros años del XVI.
Como marco de los estudios de Whinnom, bueno es recordar de entrada dos trabajos breves y sustanciales que ilustran su categoría magistral. Cautos avisos para el enfoque histórico en el análisis («Spanish Literary Historiography: Three Forms of Distortion», 1968), así como para el discernimiento y sentido de ciertas etiquetas: («Autor and Tratado in the Fifteenth Century: Semantic Latinism or Etymological Trap?», 1982).
Ha caracterizado su producción literaria la simultánea dedicación a tres campos de estudio en los que el análisis de Whinnom explotó con brillantez la interrelación de fuentes, géneros, temas y motivos. La ficción sentimental, la poesía de cancionero y la Celestina son ejemplo de este proceder.
El estudio y edición de las obras de Diego de San Pedro define su magisterio en la narrativa sentimental. Whinnom aportó un renovador enfoque interpretativo de la experiencia amorosa, al contemplarla desde una perspectiva filosófica natural y moral que abriría camino en los estudios posteriores del género. Otra valiosa contribución fue el análisis de la estructura retórica de las obras de San Pedro, la factura y función de las unidades discursivas. El análisis pormenorizado de la evolución de la lengua en las dos obras de San Pedro, a su juicio, muestra del impacto del humanismo y la reforma nebrisense estaba ya fundamentado en su «Diego de San Pedro's Stylistic Reform» (1960), luminoso trabajo que situaba en un contexto histórico y estético comprobable el estilo literario del escritor. Whinnom estudió la repercusión inmediata de la Cárcel de amor de San Pedro y contribuyó a ampliar el corpus de los tratados amatorios con el estudio de obras afines. Su necesaria bibliografía comentada del género sentimental (1983) fue un material de trabajo insustituible, no sólo por el acopio de obras y trabajos, sino por la disposición y el método empleados.
La poesía religiosa finisecular fue objeto de un estudio temprano. En «El origen de las comparaciones religiosas del Siglo de Oro: Mendoza, Montesino y Román» (1963), aplicó un análisis muy sugestivo, destacando la influencia del valor retórico de la predicación por la acumulación de imágenes pintorescas que se proyectarán en algunos procedimientos afectivos y descripciones de la poesía del Siglo de Oro. Atento a los signos de una influencia devocional diversa y no privativa del ideal franciscano en este género poético, expuso su punto de vista en el estudio introductorio a la edición de la Pasión trobada de San Pedro editada por Dorothy Severin.
Una penetrante mirada a lo profano lo representó La poesía amatoria de la época de los Reyes Católicos (1981), en donde Whinnom mantiene y desarrolla más ampliamente el análisis de la restricción semántica de las canciones finiseculares que había iniciado en 1968, interpretando un buen número de abstractos como eufemismos que dan un vuelco al lenguaje cortés de muchas composiciones. Aun cuando no siempre se acepte esta exploración del lenguaje cancioneril, hoy no pueden analizarse los textos sin recurrir a la teoría propuesta por Whinnom. Este denso trabajo tuvo su origen en julio de 1980, en la Universidad de Santiago de Compostela; allí se ventilaron paradojas, ambigüedades e insinuaciones que Whinnom exponía y resolvía con soltura. Fue una experiencia inolvidable, en la que quien esto escribe tuvo la fortuna de participar.
Estudios sobre la Celestina ocuparon los últimos años de su vida; algunos quedaron inconclusos y fueron revisados por Deyermond y publicados en Celestinesca. En los primeros años de andadura de esta publicación proporcionó material diverso con el que nutrir la hoy consistente «Historia de la recepción de Celestina», ambicioso proyecto abierto por Joseph Snow. Desde el bastión de Celestinesca, Whinnom impuso y popularizó la denominación de la obra: («La Celestina, the Celestina, and L2 Interference en L1» (1980). De la Tragicomedia interesó a Whinnom la influencia malograda de la comedia humanística y la propia descendencia del complejo modelo atribuido a Rojas. Sus trabajos en el campo celestinesco apuntan el curso fluctuante de una investigación prometedora que fatalmente no pudo lograrse.
Keith Whinnom fue un hispanomedievalista sobresaliente, un trabajador incansable, afable en el trato, atento e incluso solícito con los investigadores principiantes, a los que animaba y ayudaba de modo efectivo. Hoy, hace veinticinco años, la memoria de Keith Whinnom trae «harto consuelo» y honor a la Asociación Hispánica de Literatura Medieval.
Carmen Parrilla
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